... solo pasajera, lo juro



Capaz de todo


No existe mayor locura que la mía, la que tengo hoy por dentro
Querer sentirte en todo y cada uno de mis momentos
Pasarme horas pensando en tus cabellos negros,
y en tus manos blancas, me haces sentir
Que puedo encoger el mundo, reducirme hasta el punto de esconderme en tus brazos…
Tus brazos largos y finos que cuelgan de tu cuerpo para darme abrigo.
En los días de tu ausencia recordaba con recelo nuestra caminata por las parisinas calles de Francia, pensar que el eco de tu risa se quedo entre personajes de películas infantiles, me hacían desear volver hasta allí para sentirte nuevamente mía.
Al cabo de los días te encontré vagando por mi cama, por los pasillos del alma mía, ahora entiendo que aquellas voces con las que tantas charlas interminables mantuve, no eran solo voces, no. Eran al igual que tu risa, el eco del recuerdo impregnado en esta casa, que fue tan tuya como mía... y no digo casa a las 4 paredes que me rodean digo casa a esta simple joven que escribe líneas hoy para plasmar el olvido y recordar que te ama.

Tal cual dije un día, saltar de la cima del pico más alto sabiendo que tengo alas pero no habiendo aprendido a volar. Me lanzo, me entrego… hoy dispuesta a ti, a nosotras a un futuro incierto pero con muchas ganas de arrancarlo de tantos sueños y hacerlo realidad.

El perdón, el querer no volver a mirar atrás, no preguntarme ya por qué , simplemente no he dejado de amarte ni un segundo millones de cosas que podría gritar le al mundo me llevan a que hoy nuevamente quiera cogerte de la mano y no soltarte nunca, esta extraña seguridad con la que has vuelto, unas increíbles ganas de parar el mundo , me da miedo, no te miento porque notas que me acojona, tanto amor contenido tantos días confusos hoy se expande hoy se aclara… hoy me gritas a la cara sin palabras que te hago falta.

-Citare entonces una frase tan cierta “caminante no hay camino, se hace camino al andar”-

No sobra decir, que me arde la piel si te tengo cerca. Que me quema entonces la boca si digo tu nombre, y como hablar de fuego sin referirme a tus movimientos… me transportan al cielo. Mezcla de dama, de increíble feminidad, cual princesa de cuentos escritos hace cientos de años, capacidad camaleónica para adaptarte a las situaciones como tú no hay mujer tan acertada, tan buen amante como amiga propia en lo tuyo, de carácter fuerte. De complemento ambiguo, adicta como nadie e imposible al olvido.

Muchas palabras podría escribir para contar lo que ella y yo fuimos, lo que realmente somos o lo que podríamos llegar a ser.


Podría… pero quizas en otro momento.

No hay comentarios: